Retos para la gestión en regiones: el caso de Loreto

En el 2022, los peruanos elegiremos nuevas autoridades regionales, que deberán enfrentar retos como la situación económica de recesión que deja la pandemia, la gestión del presupuesto y la atención de las necesidades inmediatas de la población. Ello sin dejar de lado la mirada de largo plazo que toda institución debe tener para encaminarse hacia metas de desarrollo más complejas y de mayor alcance.


Para alinear la visión de la autoridad de turno con estos objetivos de largo plazo, existen los documentos de gestión. Estos deben aportar herramientas, evidencia y estudios sólidos que permitan conocer claramente la situación actual, sus principales problemáticas y, sobre todo, contar con una visión consensuada sobre el futuro deseado para la región.


En noviembre último, el Gobierno Regional de Loreto inició el proceso de actualización de su Plan de Desarrollo Regional Concertado (PDRC) con una visión hasta el 2030. En este proceso es importante resaltar dos aspectos clave. El primero es la participación colectiva de representantes de la región. Un grupo ampliado colabora activamente proporcionando capacidades técnicas enfocadas en la generación de información y la propuesta del desarrollo de la visión futura. Participan, además de las entidades públicas, representantes de universidades, institutos especializados, la sociedad civil, organismos no gubernamentales, entre otros. Este involucramiento compromete a los actores con un objetivo común y favorece el logro de metas. Como insumo para elaborar el diagnóstico destaca el uso de documentos de alto nivel técnico como el “Reporte de recomendaciones de política: Hacia un Loreto más próspero”, del Growth Lab. Dicho estudio analiza los principales factores que inhiben el crecimiento en la región y propone recomendaciones enfocadas en el desarrollo sostenible.


Un segundo aspecto a considerar es el alineamiento con otros instrumentos de política económica en la región, de corto y mediano plazo, y con políticas nacionales. En el caso de Loreto, además del PDRC se tiene el Plan Estratégico Institucional 2019-2022 (PEI) y el Plan Regional Exportador de Loreto (PEX). Estos documentos establecen objetivos y acciones específicas según sus ámbitos particulares. El PEI, enfocado en objetivos para un periodo mínimo de tres años, y el PEX, que identifica la oferta exportable y el potencial de Loreto para el cumplimiento de los objetivos nacionales. Con estos diagnósticos, el desafío está en su implementación y adecuado seguimiento, pues involucran a actores y responsables específicos tanto a nivel regional como nacional.


Comprometer al sector privado también contribuirá hacia este objetivo. Se hacen necesarias reuniones fluidas, constantes y cuyo trabajo se organice alrededor de los sectores clave en la economía local. Aquí es donde cobran importancia los espacios de coordinación mediante mecanismos de gestión que favorezcan la interrelación de los distintos actores.


Desde los Gobiernos nacional y regional se han utilizado herramientas como las mesas de trabajo y las mesas ejecutivas, que tienen la ventaja de centrarse en un aspecto específico y reunir a todos los actores necesarios para la toma de decisiones. Precisamente, para superar este tipo de barreras, el Growth Lab recomienda implementar mesas temáticas, específicas a sectores productivos, que permitan resolver los cuellos de botella a los que se enfrentan. Será tarea del Gobierno regional definir y enfocar su uso según las necesidades y prioridades identificadas.


Ahora mismo, en el proceso de actualización del PDRC de Loreto es importante resaltar el uso de las herramientas disponibles, como informes técnicos generados por otros actores no públicos. Además, el involucramiento de representantes de distintos sectores motiva su participación en el proceso de ejecución. Prever ese tipo de mecanismos enfocados en mejorar la coordinación como parte integral del planeamiento derivará en PDRC con herramientas que sí ayuden a conseguir sus objetivos al 2030.

Realizado por: Roxanna Vivar, investigadora principal de Videnza Consultores