Brechas de vacunación en menores de 12 meses
En el Perú, el Esquema Nacional de Vacunación (ENV) es el documento que establece el cronograma de vacunación, cuya finalidad es proteger a la población peruana de contraer enfermedades prevenibles por vacunas. Para alcanzar la mayor tasa de cobertura y evitar posibles brotes de enfermedad, es necesario que se respete el cronograma secuencialmente establecido.
En el año 2020, con la llegada de la pandemia y el cierre de los establecimientos del primer nivel de atención, las tasas de cobertura de las vacunas administradas en niños menores a un año disminuyeron considerablemente. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? El siguiente gráfico muestra la evolución de las tasas de cobertura de cuatro vacunas: pentavalente, antipolio, antineumocócica y rotavirus.
La pentavalente es una vacuna combinada que protege de cinco enfermedades: difteria, tos ferina, tétanos, hepatitis B y haemophilus influenza tipo B. Se administra en conjunto con la vacuna antipolio a los 2,4 y 6 meses de edad. Como se observa en el gráfico, la tasa de cobertura de ambas vacunas disminuyó alrededor de 15 puntos porcentuales en ambos casos en el 2020; mientras que en el 2021 estas tasas se mantuvieron estables.
En el caso de las vacunas antineumocócicas (neumococo) y rotavirus, la primera protege contra enfermedades como la meningitis y neumonía, mientras que la segunda protege a los menores de enfermedades diarreicas, fiebres y vómitos. Ambas vacunas se administran a los 2 y 4 meses de edad, con una dosis de refuerzo adicional de antineumocócica a los 12 meses. El gráfico muestra que la tasa de cobertura de ambas vacunas continúa disminuyendo en los últimos dos años. En las cuatro vacunas, sigue sin recuperarse la cobertura prepandemia que, por cierto, no llegaba al 100%.
Entonces, si las vacunas durante la infancia temprana son tan importantes, ¿por qué no logramos incrementar las tasas de cobertura? Las razones abarcan distintos factores de oferta y demanda. Ello requiere analizar desde la cadena de suministro hasta la prestación del servicio, así como algunas determinantes que afectan a la población o la motivan a acercarse a los servicios de inmunización.
Por el lado de la oferta, el siguiente gráfico muestra la distribución acumulada de las cuatro vacunas distribuidas por Cenares en los tres últimos años. Se puede apreciar que, excepto la vacuna pentavalente, las demás alcanzan una distribución acumulada al final del 2021 menor al resto de años. Esto significa una potencial menor disponibilidad de stock de vacunas en los establecimientos de salud. Resalta que la vacuna pentavalente, que cuenta con mayor stock en el 2021, sea la que, a su vez, muestra una leve recuperación ese año.
En esa misma línea, se evidencian posibles barreras de acceso a los establecimientos de salud del primer nivel de atención. De acuerdo al Observatorio de Propuestas del Bicentenario, a enero del 2022 solo el 42% de los establecimientos de salud del primer nivel de atención funcionan al menos 12 horas. Esto es más crítico en las macrorregiones de la Amazonía (Amazonas, Loreto, Madre de Dios, San Martín y Ucayali) y del norte (Áncash, Cajamarca, La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes). En ellas, este indicador se reduce a 33% y 38%, respectivamente.
Lo anterior limita que los padres de familia accedan de manera oportuna a las vacunas requeridas según el ENV. El siguiente gráfico muestra que las regiones que lograron una mejor tasa de cobertura en el 2021 son aquellas con el mayor porcentaje de sus establecimientos funcionando al menos 12 horas.
Por el lado de la demanda, se requiere reforzar las estrategias comunicacionales y sensibilizar a la población sobre la importancia de las inmunizaciones de manera oportuna. Una oportunidad de acceso a los hogares es mediante los programas sociales como Juntos y Cuna Más. Por ejemplo, en el 2021, el Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres (Juntos) aprobó la “Transferencia Primera Infancia”, que consiste en asignar S/ 100 cada dos meses a las madres de familia que cumplen con llevar a sus hijos a sus controles de crecimiento y desarrollo. En estos los inmunizarán conforme al ENV, con énfasis en las vacunas contra el neumococo y rotavirus en el marco de la estrategia de Desarrollo Infantil Temprano “Primero la Infancia”.
Durante los años 2020 y 2021, mediante su Intervención Temporal para la Primera Infancia (ITPI), Cuna Más promovió el acceso a las vacunas como parte del paquete integrado de servicios priorizados para la primera infancia. Según el Observatorio de Propuestas del Bicentenario, solo el 12.6% del total de niños pobres y pobres extremos menores de 36 meses accede al servicio de cuidado diurno de Cuna Más. Es decir, si bien es una oportunidad para sensibilizar a los hogares, también hace falta ampliar el acceso a estos programas como parte de las acciones del Estado.
En resumen, se requiere reforzar la oferta para garantizar la continuidad de inmunizaciones de manera oportuna. Asimismo, los programas sociales también constituyen una herramienta de impulso que puede favorecer a acercar las vacunas a la población más vulnerable. A poco más de dos meses de iniciado el año, se requiere la acción conjunta de los tres niveles de gobierno y de los padres de familia para incrementar las tasas de cobertura de vacunación, si se quiere evitar brotes de enfermedad como ocurrió con la difteria hace dos años.
Realizado por: Paola Bustamante y Mauricio Ibañez, directora y analista senior de Videnza Consultores, respectivamente