Algoritmos en tiempos de coronavirus

A raíz del brote del nuevo coronavirus por el que está atravesando el mundo, pensemos cómo afrontaría el Perú un problema así y cómo intentar estar siempre un paso adelante.

Los datos epidemiológicos son primordiales para analizar e implementar medidas de control que permitan proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos. Estas medidas serán efectivas siempre y cuando estén basadas en evidencia. En la era de la información en la que vivimos, el desafío no es la falta de datos, sino cómo utilizarlos. Es importante identificar aquellos más relevantes y combinar diversas fuentes que podrían no estar estandarizadas o no ser interoperables para facilitar la evaluación. Los investigadores deben poder determinar rápidamente si los datos existentes se pueden analizar o si se deben recopilar otros, además de cómo hacerlo de manera eficiente.

En Canadá, una start-up llamada BlueDot que automatiza la vigilancia de enfermedades infecciosas logró alertar a sus clientes (entidades públicas, hospitales y empresas privadas) sobre el coronavirus. Esto gracias a un algoritmo que desarrolló y que lee noticias publicadas en medios locales donde se mencionan casos de gripe, muertes sin explicación aparente y síntomas que no se ubican en un diagnóstico concreto, tanto en humanos como en animales. De la misma manera, con la información de rutas de vuelos, frecuencia y cantidad de pasajeros, BlueDot puede advertir hacia dónde se dispersaría el virus. Eso sucedió con el del Zika: logró predecir, hasta con seis meses de anticipación, los lugares a los cuales llegaría.

Por su parte, la Universidad de Johns Hopkins lanzó un tablero interactivo con información en tiempo real sobre la dispersión del coronavirus. Se puede observar dónde y cuándo se han producido los brotes, cuántos pacientes se han recuperado y cuántos han fallecido. El tablero busca que la población comprenda la situación del brote a medida que se desarrolla, con fuentes de datos transparentes. Esta información sirve no solo para que los Estados se encuentren preparados, sino también para contrarrestar la difusión de noticias falsas.

En el Perú, un esfuerzo digno de fortalecer y replicar es la Unidad de Inteligencia y Análisis de Datos (UIAD) de EsSalud. Creada en septiembre de 2019 analiza, integra y difunde información estratégica para mejorar la calidad de las decisiones en la institución. Centraliza y estructura información que antes se manejaba de manera dispersa y que incluso mostraba poca consistencia. Según EsSalud, desde la UIAD se puede monitorear casos de influenza, neumonía y otras afecciones respiratorias que podrían estar asociadas a un brote de riesgo, para así lograr un diagnóstico y tratamiento oportunos, además de gestionar las medidas en caso sea necesaria una escala mayor de respuesta.

La UIAD también cuenta con tableros de control para ver el manejo de las camas hospitalarias, abastecimiento de medicinas, tiempo de espera para el otorgamiento de citas, atención de los pacientes en los turnos programados en los consultorios y áreas de hospitalización, stock crítico de recursos clave como reactivos de laboratorio, pruebas rápidas, material médico y otros insumos necesarios para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Al ser un proceso nuevo, sus resultados se apreciarán de modo creciente en el tiempo.

De igual modo sabemos que el Ministerio de Salud está desplegando esfuerzos para articular la diversidad de fuentes de información existentes. En particular, los datos provenientes de la gestión de las prestaciones, financiamiento y soporte que son clave para mejorar los procesos. En el ente rector, destaca el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades como encargado de gestionar “los procesos de prevención y control de enfermedades de importancia sanitaria nacional e internacional, elevando la capacidad resolutiva del nivel nacional para las acciones de vigilancia epidemiológica, inteligencia sanitaria, salud global y respuesta rápida en brotes, epidemias, desastres y emergencias”. Una tarea a su cargo es implementar, desarrollar y conducir el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica en Salud Pública en todo el país, lo que en el contexto actual es muy importante.

En tiempos donde las empresas utilizan nuestra información para saber nuestras preferencias, qué nos pueden vender, cuánto cobrarnos, etc., es importante que el Estado también saque provecho de esta data para el beneficio ciudadano. Los equipos de inteligencia sanitaria deben aprovechar al máximo las capacidades analíticas de las instituciones y apoyar la toma de decisiones para mejorar los servicios y estar preparados ante situaciones de emergencia.

Realizado por: César Amaro y Miluska Patrnogic, investigador principal y analista de Videnza Consultores, respectivamente